(De la serie, “Reseñas cortas de libros, donde no te cuento nada de lo que pasa”, porque: a mí no me gusta que me cuenten nada).
Ayer me terminé de leer “La
Uruguaya” por segunda vez. Me volvió a gustar mucho. De hecho esta lectura, dos
años después de la primera, fue para intentar ver por qué me cautivó en aquel
entonces. Está buena porque la historia es divertida, inteligente y está muy
bien armada. Se disfruta leerla porque está narrada de una manera aguda y
derecha. Quiero decir que no da vueltas por gusto. Cuando da giros que se
alejan de la historia están muy bien, disfrutas la distracción. Chejov decía aquello
de que cuando en una narración aparece una pistola esta tiene que disparar en
algún momento. Perdón, Anton, pero si la pistola deslumbra por si sola puede tragarse
sus balas.
No me extiendo más, hay un montón de reseñas
por ahí seguro mejores que esta. No lea ninguna. Lea la novela.
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