La verdad casi no existe. Cada uno tiene la suya, no digo nada nuevo. Lo que sí existe, a veces, es lo que es cierto y lo que no. Buscar certezas para compararlas con nuestras verdades, y eventualmente modificar las cosas que creemos, debería ser un ejercicio mucho más común si queremos constituir sociedades más justas. 

La batalla cultural del siglo XXI es comunicacional. Cada vez que alguien dice “todos los políticos son la misma mierda”, o “a mí no me interesa la política” la derecha ha ganado un round. Cuando digo derecha, me refiero a su esencia más pura: los ricos y poderosos de éste mundo que no quieren que cambie la configuración existente, o sea, que quieren ganar siempre más a cualquier precio. Incluido en ese precio el aumento indiscriminado de la pobreza1.

En un mundo globalizado y despolitizado los titulares de periódicos y noticieros moldean estados de pensamiento de manera eficaz y subrepticia. Los que dicen que la política no les interesa, igual se forman una opinión, pero como no les importa, no van a investigar mucho, o sea que se la formarán por lo que ven al vuelo: los titulares. Y otros, a los que sí les interesa, en muchos casos también, porque no da tiempo a leer en detalle las noticias de cada país y cada conflicto de los que éste mundo está lleno.

La semana pasada el juez federal Claudio Bonadío procesó a Cristina Fernández de Kirchner y a varios ex funcionarios más. Le regaló, de esta forma, hermosos titulares a la corporación mediática mundial. Dominada en gran medida por la derecha antes mencionada. Aclaro que “procesar” quiere decir que el juez considera que hay elementos para analizar el caso, o sea, que el proceso judicial de una acusación continúa y no se da por irrelevante, pero está muy lejos de ser una condena como culpable.

Ayer alguien que no vive en Argentina me preguntaba cómo era ese tema de que Cristina estaba procesada. Lo vio en varios noticieros. Pensé que eso mismo estaría cuestionándose mucha otra gente. Haciéndose preguntas en el mejor de los casos, creyéndola culpable directamente, en el peor y probablemente más común. 

El proceso judicial por el cual la ex presidente quedó procesada es un delirio de punta a cabo. Una vergüenza para la justicia argentina. Les cuento lo más breve y simplificado que puedo. El encumbrado penalista y ex juez de la corte suprema argentina, Raúl Eugenio Zaffaroni, lo explica mucho mejor y en detalle en esta nota, pero intentaré hacerlo más simple y corto.

Entre las muchas operaciones que se hacen en el mercado financiero existe una llamada “dólar a futuro”. Esta se hace en muchos países y es una de las formas de influir en la cotización de la moneda extranjera, variable esencial de las políticas económicas en los países emergentes. La operación consiste en fijar un valor posible para el dólar en un futuro cercano. Los que usen éste instrumento financiero compran dólares imaginarios a ese valor y transcurrido el tiempo fijado, venden esos dólares imaginarios al valor real que tenga el día de vencimiento. Ganando o perdiendo dinero en dependencia de si hubo una devaluación mayor a la esperada.

Creo que con un ejemplo se comprende mejor. Supongamos que hoy un dólar vale 9 pesos. El banco central ofrece operatoria con dólar a futuro y dice que asume un dólar a 10 pesos dentro de un año. Yo como inversionista digo que quiero 100 dólares imaginarios. Pago entonces 1000 pesos, 10 pesos por cada dólar. Transcurrido un año, voy con mis 100 dólares imaginarios y me dan, en pesos, el cambio al valor real de ese momento. Si luego de un año el dólar vale 9.50, me dan 950 pesos y habré perdido 50 pesos. En cambio, si el dólar vale 11 pesos, me darán 1100 pesos y habré obtenido una ganancia de 100 pesos.

Es una de las tantas operaciones que se hacen en el mercado financiero, donde se juega con las expectativas a futuro y se hacen apuestas en función de lo que los inversionistas creen que sucederá. El dólar a futuro, tiene en particular la función adicional de regular el mercado cambiario. Si los inversionistas temen una devaluación y el gobierno no planea hacerla, te da esta opción para aplacar esos temores. De esta forma los que prevén una devaluación compran dólar a futuro en lugar de comprar dólares reales, y se evita que se depriman las reservas de moneda extranjera del país.

En los últimos meses del gobierno de CFK hubo muchas operaciones de dólar a futuro. En la elección presidencial de finales de 2015 ganó, como se sabe, Mauricio Macri, candidato opositor y líder de una coalición de derecha, esencialmente neoliberal. Es importante resaltar que su victoria fue muy ajustada, ganó con el 51% de los votos válidos, apenas 700 mil votos más que el candidato por entonces oficialista. O sea, que no era evidente que ganaría.

Pocos días después de asumir, el nuevo gobierno hizo una devaluación de la moneda de alrededor de un 50%, produciendo, entre otras cosas, una ganancia espléndida para los que apostaron al dólar a futuro, y generando un perjuicio para el estado.

A un diputado del actual gobierno se le ocurrió que esa pérdida del estado era culpa del gobierno anterior y que sus funcionarios debían rendir cuentas por ello ante la justicia. O sea, decidió algo tan absurdo como judicializar una medida de política económica. Y un juez, evidentemente simpatizante del gobierno actual, decidió darle cabida a esa movida, a todas vistas política, estratégicamente creadora de titulares.

Es ya descabellada la acusación. Pero más llamativo es el análisis del juez. Según Bonadío era previsible que habría una devaluación y fijar el dólar a futuro con un valor bajo, asumiendo que no habría tal cambio en la cotización de la moneda, fue un ataque a las arcas del estado. Pero es ue está claro que no se sabía que habría una devaluación de ese calibre. Es más, ambos candidatos habían negado tal cosa. Se sospechaba que Macri mentía y sí haría la tremenda devaluación que hizo. Pero él mismo lo negó (o sea mintió). Pero más importante es que no se sabía que Macri iba a ganar. Y cuando se pactaron esas operaciones el gobierno de entonces estaba gobernando y necesitaba medidas de política económica acorde a sus estrategias y metas.

Pero lo más loco es lo siguiente. Al hacerse ese análisis uno podría pensar que quizás Cristina, o algunos funcionarios de su gobierno, se beneficiaron con la devaluación y la operación de dólar a futuro. Se supo en estos días quiénes fueron los grandes compradores de dólar a futuro. ¿Adivinen quiénes encabezaban la lista? Funcionarios del gobierno actual, empresarios amigos y hombres de confianza del presidente. O sea, los mismos que devaluaron y fijaron el nuevo valor de la moneda.

El procesamiento de CFK y demás funcionarios por esta causa es tan escandaloso que varios enemigos confesos del gobierno anterior lo han criticado. Ya están en camino más denuncias contra CFK y tendremos nuevos titulares. Hay una movida política evidente para desprestigiar y si se puede condenar a la ex presidente con tal de evitar que vuelva a presentarse como candidata.

Hay mucha gente en Argentina y fuera del país que están convencidas de que CFK es una corrupta o que ha cometido otros delitos, pero lo cierto es que no se ha probado absolutamente nada. Eso sí, han tirado titulares de todos los colores y para todos los gustos.

Me parece perfecto que la investiguen, a ella y a cualquiera que sea sospechoso. Pero que se haga con responsabilidad, con seriedad y sin atropellar la presunción de inocencia que rige en los sistemas jurídicos modernos. Y además que el sistema judicial tenga un trato igualitario con todos y no se ensañe con los que el poder económico detesta porque con sus políticas ha tocado sus intereses.

Un mundo mejor es posible, pero no es fácil. Para conseguirlo hay que implicarse e informarse bien. Tampoco es fácil.


1 Las palabras “derecha” e “izquierda” han sido muy vapuleadas y están cargadas de distintos significados en dependencia del contexto y de quién las use. Hago por eso una definición de lo que en mi texto llamo “esencia más pura de la derecha”, pero no creo que todo partido llamado de derecha, ni menos todos los que lo votan o apoyan coincidan con estos postulados de riquezas para pocos.
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3 comentarios:

  1. Genial, entendí perfectamente. Está claro que la derecha está puesta de acuerdo, probablemente de forma explícita o, menos probable, de manera implícita. El caso es que evidentemente la maniobra es: desprestigia todo lo que puedas con cualquier mentira a los gobernantes de izquierda y luego das el golpe, el que sea. Hay que sacarlos del medio lo más rápido que se pueda. Tienen mucho que perder y también mucho miedo. Lo de Brasil, eso sí, dejó a todos pequeños pero lo del desprestigio a CFK también es de consideración. Hay que seguir luchando por estos medios.

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  2. Excelente
    Muy claro
    Estoy en una batalla, politizar a la cajeras del Hipermercado adonde compro, con tu permiso, lo imprimo y se los llevo?
    Te parece?

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  3. Ufff, te la comiste aqui! Creo que ni yo que soy economista y profesora de economia lo hubiera podido explicar mejor!!! Conciso, preciso, al grano, en fin, todo lo que alguien que quisiera informarse sobre el asunto pudiera desear como explicacion rapida y muy bien escrita. Nada, que me encanto!!! Es muy dificl como dices seguir las pistas ciertas en el mundo de hoy. Esto de librarse de la desinformacion dentro de la "plena y total informacion es cosa de librarse de toda la paja y quedarse con la aguja, si es que no las confundes. Claro, si lo que quieres buscar la aguja, que como muy bien dices, mucha gente prefiere "no informarse" cuando en realidad lo que va a suceder es que recibiran siempre opiniones de otros, noticias de pasada, titulares casuales y ahi es cuando de alguna manera o de otra, terminan formandose una opinion "propia" sin haberse informado realmente de las cosas. Yo tambien creo que abstenerse, no hacer nada, o decir "no me gusta la politica" es al final una posicion POLITICA, es una toma de partida como quiera que lo mires. Te quiero mucho amor! comparto esto enseguida!!!

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