En los últimos años se me hizo costumbre escribir algunas crónicas al volver de Cuba. Mala costumbre, porque ahora algunos amigos las esperan. Las rutinas no son buenas. Suelen aburrir. Es difícil decir cosas nuevas. Es complicado contar la isla. Es intrincado entender qué pasa allí realmente. Máxime si vas pocos días.

Pero es feo decepcionar a un amigo que espera algo de ti. Contaré entonces algunas sensaciones que tuve. Las certezas son gatunas: se escabullen con elegancia. Las sensaciones no, siempre están bien plantadas. Se pueden contrastar, se pueden incluso re elaborar, pero no se pueden borrar.

Mi subjetividad es mía pero la puedo prestar un rato. Si a usted no le gusta la podemos debatir. Si le desagrada y no desea ni siquiera ponerla en discusión, devuélvala y estamos a mano. Gracias.

PD. Esta vez va todo con canciones. Que la música nos salve. En cada post voy a recomendar un tema, porque Tampoco así (tema recomendado).



Categories: ,

2 comentarios:

  1. Bueno Dani, el problema que tienes es mayor del que crees, porque hay amigos que no solo esperamos el escrito, (que sí, y mucho) sino también l música. No conocía a este Norisley Valladares y lo cierto es que este Noro haría mover las caderas a la mismísima Cibeles. ¡Gracias!

    ResponderBorrar
  2. Me sumo a la fila de los que siguen tus sensaciones. Puedo aportar las mías, que se renuevan cada año, cuando regreso a la casa que conservo y desde la que veo amanecer, llorar, gemir y cantar a La Habana Nuestra. Necesito llenarme de imágenes -enfáticas, gloriosas y atenazantes-, dejarme arrollar por los sonidos del cubaneo y el olor a salitre que no te abandona. Miro el horizonte del regreso cada día acompañada de todos mis fantasmas vitales, abonando certezas y esperanzas. Porque después de 22 años en Madrid, sigo sintiéndome de paso

    ResponderBorrar

Subscribe to RSS Feed Follow me on Twitter!