Hola amigos, bloguito por aquí. La verdad es que no les digo buenos días porque no estoy de humor. Lo que me pasó no tiene nombre. Me despierto y aún no me había ni lavado la cara, ni cepillado la página principal, estaba con los ojos llenos de urls todavía. En fin eso así que uno está medio dormido todavía, ¿viste? Así todo algo abro los ojos para no tropezar con ningún post, no me fuera a caer todavía. Nada más que levanto medio párpado y veo que me dejaron un papelito encima de las etiquetas. Nada más lo vi y ya sabía que era para mala. Me olí el asunto. Tenía mi nombre en grande afuera, “BLOGO”, decía así en letras rojas y grandes. Lo abro y decía lo siguiente:

Blogo, pasé por aquí y estabas dormido. La verdad me parece pésimo, viene alguien a visitarte y qué imagen vamos a dar, pero bueno, ese tema lo hablamos después. Estoy apurado así que mejor no te despierto. Mira, estoy escribiendo una crónica de mi viaje éste año a Cuba, pero de momento te voy a dejar esta que escribí en el viaje pasado hace un par de años. Ya muchos amigos la leyeron, pero igual la ponemos por si alguien quiere echarle el ojo. Cuélgala en cuánto te despiertes. Abrazo. Dano.
PD- Ah, también voy a poner un cuento ahí en Literatura, pero esa sección sí es mía, trata de no meterte en eso. Luego nos vemos

Chabón, ¿cómo vas a empezar un blog y en tu segundo post vas a poner una cosa que escribiste hace dos años? Dejame de joder, boludo. No podés ser tan pelotudo. ¿Qué querés?, cuando me caliento me sale en argentino. Vení y decime algo y vas a ver como vas a cobrar.

Chicos, les dejo esto y me las tomo, estoy recaliente, de verdad les digo, ¿eh?


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