Hace mucho
calor, pero mucho. La frase anterior es una mierda. Lo intento de manera más
poética: las babas incandescentes del infierno caen sobre La Habana, cada
cuerpo es tocado por ellas inexorablemente y entonces, suda, sufre, pierde su quintaescencia,
su alma, su calma. Mucho peor. El calor del trópico no hay que tratar de
describirlo.
No debería, en mis
crónicas de Cuba 2015, hablar del clima. Es una porquería. Es quizás un fracaso
como cronista. Uno habla del clima en el ascensor, en esos pesadísimos minutos
en los que no tiene qué carajo hablar con el vecino. Cuando no tienes nada que
contar, cuando lo que podrías decir es tan intrascendente que prefieres
mencionar el calor, el frío o la lluvia. Pero no puedo hablar de mis
experiencias en Cuba sin mencionar el calor. Ocupó demasiado mi mente, sería
deshonesto.
Hacía años que no iba en Primavera-Verano (por decirlo en clave de campaña
publicitaria, todo el mundo sabe que en Cuba hay sólo dos estaciones: el Verano
y la estación de trenes), no obstante se nota la diferencia con el invierno
tímido de otros viajes.
Unos minutos después de llegar, salí a buscar algo
de comer por el barrio. En una cafetería, de esas clásicas cubanas de comer
parado, pedí un par de sándwiches y un jugo de mamey. Mientras esperaba
llegaron otros dos clientes. Dos muchachos de unos veinte años, fornidos, con esos raros peinados nuevos. Pidieron
unos batidos, y mientras los tomaban, uno le dice al otro, “ño, asere, lo que
está cayendo es… candela1”
(es una frase típica de cuando hay mucho calor, no sé por qué esa idea de que
el calor cae). Los muchachos no
parecían estar recién llegados a Cuba. O sea, que yo estuviera asombrado por el
calor era normal, que ellos, que estaban muy probablemente hace veinte años
ininterrumpidos allí, lo estuvieran, al punto de tener que comentarlo, da una
idea del calor que hacía. Unos días después supe por la prensa que en esos días
de Abril habíamos tenido records de calor (records absolutos, no para el mes de
abril).
Bueno, creo que fue suficiente con la bobería del
calor. Pero intente usted, cuando lea las próximas entradas de “Cuba Cortas
2015”, imaginarse cada escena, cada pasaje, cada reflexión con calor.
En la isla están cambiando mucho las cosas, así
que en lugar de una crónica larga como otras veces, decidí dar flashazos,
imágenes, momentos, siempre sin afán alguno de sugerir para dónde va aquello. Creo que nadie lo sabe a
ciencia cierta. Eso sí, el barco se mueve, de eso no hay dudas. El que no quiera
verlo quizás tiene mucho calor.
Por suerte el agua abunda y estar con poca ropa no es tabú. Más fotos que tengan que ver con eso del clima, porfi.
ResponderBorrarQue envidia de tanto calor, mentira jeje ;), mientras leía sentía como me aplastaba, estoy convencido de que el calor cae. Más cortas pronto porfa.
ResponderBorrarPero por dónde cae, asere?! Pronto más de la serie Cortas, y más enjundiosas!! abrazo grande, Suristán
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ResponderBorrarSi cae, la culpa la tiene Newton, seguro. En España también hacía décadas que no pasábamos lo que estamos pasando. Horrible. Para que luego duden del calentamiento global. Bueno...preciosa foto y precioso texto. ¡como crece! jejejej. Felicidades y a ver si Newton se toma un descanso y deja de caer sea lo que sea lo que caiga.
ResponderBorrarOye siempre nos queda la costica de 110 o el cubanaleco pa refrescar un poco!! A mi me sorprendió mucho la nueva consciencia que hay en Cuba con respecto al sol. Yo loca por ir a santa maria y la gente me decia: 'tas loca? Con el sol q hace?' No guardo como recuerdo Q nos importara mucho el sol!! :-) En cualquier caso es una nueva precaución bien acertada. Un besazo para ustedes.
ResponderBorraren mi casa nos la pasamos con una manguera conectada en la llave del patio y nos calmamos los calores dandonos baños... mi hija se pasó los 15 dias metida en la bañadera
ResponderBorrarMuy buen comienzo!. Sin dudas esta tenía que ser la primera de la serie. Sin subirle la temperatura no se entendería igual. No salí de la costica de 110 en este Agosto! Y hace solo dos días hubo más de 38 graditos en la Habana.
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